Seguro que estáis pensando en el día de la Madre, cualquier día es bueno para demostrarles cuánto las queremos y cualquier día es bueno para regalar libros, así que os dejo aquí algunos que le encantaron a la mía y otros con los que habría disfrutado mucho.
- Carta a una desconocida, Stefan Zweig. Uno de mis autores favoritos y una de sus obras más conocidas. Una novela corta que no deja indiferente.
- La mujer que vivió un año en la cama, Sue Townsend. Una novela llena de verdades y de sentido del humor que toda madre de familia comprenderá.
- El amante japonés, Isabel Allende. Una bella historia de amor con las características propias de la literatura de Isabel Allende.
-La lección de August, R.J. Palacio. Una historia de superación, de amor, de familia, que todo el mundo debería leer.
-84 Charing Cross Road, Helene Hanff. Una historia breve, sobre libros y librerías, que gustará a todas las madres.
-La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey, Mary Ann Schafer. Una novela que habla de la vida en un pequeño pueblo, de libros, de costumbres...
- El proyecto esposa, Graeme Simsion Una historia sobre el sindrome de Asperger narrada con humor y espontaneidad que resulta muy amena.
¡Feliz lectura!
jueves, 28 de abril de 2016
lunes, 25 de abril de 2016
Escribir las penas
Atribuyen a Karen Blixen (Memorias de África) la frase
I think all sorrows can be borne if you put them into a story or
tell a story about them.
Traducido sería algo así como “todas las penas pueden soportarse si las
ponemos en una historia o contamos una historia sobre ellas”.
Y estos días ando pensando en eso, en cómo escribir o contar nuestra
historia nos ayuda a llevar mejor las situaciones que nos duelen. Tomar un café
y desahogarte con una persona amiga es, sin duda, la mejor opción. Pero, cuando
eso no es posible llevar un diario, escribir un blog o transformar nuestro
dolor en un relato facilita que asumamos y llevemos mejor los momentos duros de
nuestra vida.
Estamos rodeados de ejemplos, libros, canciones y películas de personas que han
luchado contra una enfermedad; superado una catástrofe; vívido una guerra atroz…
Narrando nuestra experiencia, ya sea públicamente o para nosotros mismos,
conseguimos la distancia necesaria para ver las cosas con mayor claridad. El
dolor y el sufrimiento seguirán allí, porque deben seguir su curso natural,
pero será diferente, más sosegado, menos hiriente.
Las experiencias de quienes han pasado por lo mismo que nosotros ayudan,
esto es innegable. Y a mi, escribir para mi misma, clarificar, ponerle nombre y
apellidos a lo que estoy sintiendo me permite no tomar decisiones “en caliente”,
poner las cosas en su sitio, medir las consecuencias y pensar las actuaciones
siguientes. No siempre lo consigo, pero, al menos lo intento y cuando lo logro,
todo se relativiza y vuelve a ocupar su lugar. ¿Os pasa esto, os sirve la escritura de terapia?
Pues en eso ando pensando… uff, parece que estos días sólo hablo de
penas.
Menos mal que empieza la primavera y con ella llega ese sol que siempre,
siempre consigue animarme.
¡Feliz semana!
lunes, 18 de abril de 2016
El destino que nos une y que nos separará
“Dónde empieza y donde acabará
el destino que nos une y que nos separará.” Amaral
Siempre he dicho que los amigos son la familia que uno mismo
elige. Te los encuentras por el camino y escoges conscientemente que formen parte de tu círculo. Y por eso, porque ha sido una elección, son tan, tan importantes. Sin embargo, lo que no podemos decidir es el momento en el que llegan o se van de
nuestras vidas. El destino, las circunstancias de la vida nos acercan o nos separan y eso
es así, debemos asumirlo.
Pero es muy doloroso cuando alguien a quien quieres, con quien has compartido años de amistad, momentos de risas, de llantos, de secretos, situaciones esenciales de la vida, decide
por motivos propios y de forma inesperada desaparecer de tu vida… En muchos aspectos es parecido a cuando rompes con tu pareja. Sentimientos encontrados (tristeza, rabia, impotencia, dolor) díficiles de manejar...y la transformación de una presencia amiga en un hueco.
¿Y qué se puede hacer? Tan sólo respirar e intentar
comprender que cada uno tiene sus razones y busca su camino. Seguir confiando en que la vida nos traerá otras personas que
llenarán ese hueco poco a poco; seguir confiando en nosotros mismos y, con el tiempo, olvidar el dolor y guardar en el corazón los buenos momentos pasados.
Hoy os dejo con esta canción de Matt Simons que habla de eso, de buscar tu esencia, de espacios personales, de seguir adelante... ¡Feliz semana!
miércoles, 6 de abril de 2016
Música para el alma
La música tiene la propiedad, como el cine y como la lectura, de permitirnos evadirnos de la realidad cotidiana.
La música permite olvidar, trae recuerdos y recarga de energía el alma.
Está es la canción más adecuada al estado de mi alma estos días. ¡Que la disfrutéis!
Respirar. Bebe
La música permite olvidar, trae recuerdos y recarga de energía el alma.
Está es la canción más adecuada al estado de mi alma estos días. ¡Que la disfrutéis!
Respirar. Bebe
martes, 22 de marzo de 2016
Descansa en paz
Voces en tu cabeza generan confusión, dolor, tristeza,
angustia, desesperanza…
No ves la salida, no ves las manos tendidas.
Una idea se abre camino y el sufrimiento no te deja ver lo
equivocado de la decisión.
El salto al vacio NUNCA
es la solución.
Descansa en paz.
lunes, 14 de diciembre de 2015
Música para el alma
En estos días pre navideños, antes de saturarme de villancicos, este último single de Estopa, que no es uno de mis grupos favoritos, pero la letra de esta canción me ha encantado. ¡Que la disfrutéis!
Ando buscando, Estopa
Ando buscando, Estopa
jueves, 10 de diciembre de 2015
#diasmierder
¿Sabes cuando te levantas
cruzado? Esos días que todo marcha mal desde primera hora de la mañana y tú
sabes perfectamente que ya vas a ir toda la jornada de cabeza. Esos días que
tiras la leche en el desayuno y las fieras deciden ponerse a hacer todo menos
vestirse para llegar al cole. Esas mañanas en que según entras al despacho
encuentras siete problemas que ayer cuando te fuiste no existían. Esos encuentros desafortunados que te estropean el
día. Esos comentarios de lenguas
afiladas que, con la mejor de las sonrisas, te dicen la maldad más grande.
Y vas mal y tu cabeza, en lugar
de ponerse en positivo y ver lo bello de tu alrededor, no colabora. Y te
recuerda que ya no cuentas con tus padres, que ya no podrás llamarles nunca más
para decirles que tienes un día de mierda y buscar sus palabras de ánimo y
consuelo. Y recurres a los amigos y esa cabeza traidora te trae a la mente a
esas personas que no están cuando las necesitas. Puff, puff y entonces sucede,
empiezas a sentirte la víctima y a ver todo en negativo y te olvidas de quienes
si están, de quienes siempre están.
Seguro que todos reconocéis la
sensación, es lo que llamo un día de mierda. Y lo peor es que no tiene un
motivo, no hay un problema grave, no hay una situación tensa, es sólo que el
día ha empezado torcido y eso ha encadenado todo.
Hay que reconducir esos días para
evitar estar toda la jornada de un humor de perros. Las formas son, por suerte,
ilimitadas. Y cada uno tenemos la nuestra, pero es importante tenerla
identificada para poder utilizarla de inmediato. Dedicarse unos minutos a
escribir todo lo bueno que tenemos alrededor; dar un paseo; poner tu canción
favorita y cantar a gritos…
¿Os cuento la mia? Me acerco a
Pirata y le pido un abrazo de oso. Es
ver sus brazos a mi alrededor, su sonrisa y el brillo de sus ojos y se hace la magia, todo vuelve a estar en su
sitio.
¡Qué paséis un estupendo día! Y si
comenzó torcido, reconducidlo.
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