viernes, 8 de marzo de 2013

Un par de cerditos

Tarde lluviosa, tareas acabadas y un rato libre antes de la cena. Me acordé de que tenía estos cerditos comprados en alguna de esas ofertas  que me traigo  a casa, para utilizarlas alguna vez. Y nos pusimos manos a la obra.

Mientras trabajábamos me dí cuenta del diferente funcionamiento de las cabecillas de Princesa y Pirata. Es muy curioso observarles. Pirata es una mente práctica, constructora, enseguida ve cómo funcionan las cosas, sabe cómo ensablar las piezas, en un minuto tuvo su cerdito montado. Princesa es más creativa, le costó algo más montar su cerdito porque su cabeza estaba ya pensando en decoraciones, tipos de washitape, pinturas, pegatinas... Pirata en ese aspecto es muy práctico, ¿de qué color son los cerdos? Rosas, pues una cera rosa por todo el cuerpo y listo.

Lo pasé francamente bien, viendo cómo cada uno elaboraba su animalillo. Naturalmente, en cuanto estuvo terminado, el pobre cutico de Pirata se convirtió en un nuevo medio de transporte de Gormitis, compañero de luchas y batallas. Y hoy está un poco maltrecho, je, je

Y aquí os dejo el resultado y mi deseo para el fin de semana. ¡Descansad!

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