Si, como es mi caso, trabajáis fuera de casa y tenéis
criaturas que requieren todavía (y que dure) tiempo de risas y juegos, veréis
que esas pequeñas tareas de casa (y no me refiero a limpiar los baños, que
también) que vamos dejando sin hacer se quedan sin hacer.
Yo me paso el fin de
semana pensando cosas del tipo “tengo que comprar la manecilla nueva de la
puerta”, o “hay que organizar la despensa”… Y luego, es muy difícil encontrar
tiempo para hacer todo y al final mi casa está llena de cosas “provisionales
para siempre”. Seguro que sabéis a qué me refiero.
Así que me he propuesto funcionar con mentalidad de trabajo
también en el hogar. Separar las tareas en urgentes e importantes
y no pretender abarcar más de lo posible. Y me explico, si los lunes
llego a casa con mis dos fieras agotadas a las ocho de la noche, es evidente,
que lo principal son los baños y las cenas y el cuento antes de dormir… la
despensa deberá esperar.
A partir de ahora me propongo una de estas labores cada día
de la semana (sólo una que se añade a las habituales: compras, deberes,
limpieza, plancha…). Las voy a planificar el fin de semana, en función del
tiempo de que dispongo cada tarde y espero ir haciendo todo lo que tengo
pendiente y que mi casa vaya pareciendo más un hogar y menos una guarida de
locos. :))
Ya os contaré, ahora tengo que buscar tiempo el fin de
semana para la planificación, ja, ja,ja
Lunes
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Martes
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Miércoles
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Jueves
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Viernes
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Retirar puzles pequeños de Pirata
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Comprar manecilla puerta pasillo
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Separar zapatos pequeños de Princesa
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Regar plantas
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Colocar manecilla puerta
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