¿Os tomáis el café de los viernes
conmigo? Hoy os invito a poner una música suave, haceros una taza bien
calentita y tomarosla en el sofá arropaditos por una buena manta. Y así, con la
cercanía y la confianza de una charla de sofá, os contaría que esta semana
estoy agotada, física y mentalmente. Ha sido una semana intensa en el trabajo,
de mucho detalle, mucha precisión, demasiadas personas decidiendo sobre un
mismo tema… puff, difícil…
¿No os pasa mayor factura el agotamiento mental que el físico? A mí
me ocurre cuando tengo un tema dando vueltas en mi cabeza, es terrible, pero ya
pasó la semana laboral y es hora de descansar y aprovechar el tiempo libre.
Os contaría que ando perezosa para leer porque no encuentro
nada que me motive realmente, así que me dedico a la literatura juvenil, pero
tengo ganas de encontrar un libro de adultos que me apetezca de verdad.
Os contaría que estoy muy nostálgica de tiempos pasados, de
amigos a los que ya casí no veo y de los que me estoy acordando mucho porque
cumplen años estos días. El propósito: cambiar el whatsapp de los últimos años
por una llamada telefónica de las de antes, claro que, antes nos podíamos pegar
una hora de teléfono y me entristece pensar que tal vez ya no tengamos
conversación para tanto. Os contaré.
Y más cosas, me ha encantado este post de Lucía, de Baballa, sobre ese sentimiento de culpabilidad que nos persigue a las madres, hagamos lo que hagamos. A ver si nos metemos en la cabeza de una vez que no tenemos que ser superwomans. ¿Aprenderemos a disfrutar con nuestros hijos sin pensar en lo que no llegamos a hacer?
¡Ah! y que he decidido dedicar
más tiempo a tener detalles con gente a
la que aprecio, aunque tal vez no sean mis amigos del alma. Esta semana he
recibido varias muestras de cariño, de apoyo de personas que no lo esperaba y
me han hecho sentir tan bien, que he decidido aplicarme el cuento.
Ya veis, un café lleno de buenos
propósitos, a ver si los cumplo.
P.D. Me voy a comprar café, acabo de descubrir que no nos queda, no sea que no pueda invitaros.
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