Vacaciones de carnaval, cuatro
días de fiesta que seguro me sabrán a poco pero ¡cómo los necesitamos!
Si estuviéramos tomando café os
diría que esta semana estoy contenta, una amiga que lo está pasando muy mal desde
hace meses por una dolencia física,
parece que va mejor y oirla hablar más animada es una gran alegría.
Os diría que tengo lo que yo
llamo “aburrimiento existencial”, que no sé si os sucede, pero a mi me
pasa de vez en cuando. Épocas que me piden un cambio, romper con rutinas o
establecer otras nuevas… Me pasa desde siempre y antes era fácil solucionarlo,
cogía una mochila y me iba de campamento, de viaje, comenzaba un cursillo… Era
sencillo y siempre regresaba con nuevos amigos y las pilas recargadas. Ahora es
algo más complicado, así que tendré que pensar en otra estrategia que me saque
de mi aburrimiento, estoy en ello y admito sugerencias.
Y mi propósito para estos días es dedicar algo de tiempo a
la casa. Hay que facilitar a los chicos las cosas para que puedan tener sus
cuartos recogidos. Este es el propósito, pero debo confesar que si existe alguna
posibilidad de salir, pasear, quedar con amigos o sacar las bicis, será rápidamente
postergado. La vida es demasiado breve para quedarse encerrado en casa
limpiando y ordenando ¿no os parece?
Pues eso, ¡a disfrutar! Buen fin de semana.
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