Después de un fin de semana fantástico y muy relajado, mi impresión era que la semana iba a continuar así. Y de repente, todo empezó a torcerse y el martes se convirtió en un sucedido de acontecimientos desagradables, que, obviamente no os voy a contar aquí. Sin embargo, eso me ha hecho pensar, porque hace un tiempo, cuando Princesa y Pirata no estaban, me hubiera costado mucho más, infinitamente más, desconectar de todo. Sin embargo, fue encontrarlos a la salida del cole, tan contentos porque habían tenido unas notas estupendas, porque tenían la fiesta fin de curso, porque comienzan sus vacaciones... que fue magia, y a pesar de la lluvía que caía torrencialmente, el sol comenzó a brillar de nuevo y pasamos una tarde estupenda la verdad. Ver sus caritas sonrientes me hace olvidar todo lo negativo y así tiene que ser.
No permitáis que las cosas tontas os roben momentos de disfrute, dejadlas aparcadas a un lado, saltad por encima, aprended a desconectar, no adelantéis acontecimientos y disfrutad todo lo que podáis.
¡Ah! y gracias a los de siempre, por estar ahí, como siempre.
¡Feliz día!
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