Antes y después, sillas renovadas

Tengo en casa unas sillas del año de la polka que me encantan. Formaban parte del mobiliario de una oficina de mi abuelo y luego de mi padre y luego las rescaté para mi primera casa. No son las más bonitas del mundo, pero son cómodas y para mí tienen cierto valor sentimental. Las he tenido unos años barnizadas en su color madera original, pero me apetecía darles un toque nuevo. La pereza inmensa que siento a la hora de lijar y decapar me había impedido cambiarlas. Sin embargo, he descubierto la Chalk Paint, una pintura especial que cubre todo y no hay que lijar ni decapar. Hay muchísimos colores, principalmente tonos pastel, y la encontraréis en internet o en tiendas de manualidades. La aplicación es facilísima, seca bastante rápido y yo estoy encantada con el resultado. Os dejo el antes y el después a ver qué os parece.¡Feliz día!

Antes

 Después