Me encanta tener detalles con mis amigos, no grandes
regalos, pero si algo que les haga saber que me acuerdo de ellos. Una pequeña sorpresa un día normal, o una
manera más de celebrar una ocasión especial.
¿A quién no le gusta un dulce? Entre mis amigos no conozco
ningún caso, así que esta suele ser siempre una buena opción.
Ya os hablé aquí
del botiquín de primeros auxilios y aquí de su versión mini para el bolso, y esto va un poco en la misma línea.
Es una empresa que se llama “Dulce postal” y lo que envías
es eso, una postal, con el mensaje que tú quieras, rellena de sus dulces favoritos.
Hay tres tamaños diferentes y los plazos de entrega son muy, muy rápidos (lo
que lo convierte en una magnífica opción cuando andas falto de tiempo). La única pega que le veo es que no tienen todos los mensajes que a mí me gustaría, tal vez estaría bien una postal más libre, que pudieras diseñar en la misma página y poner exactamente lo que quieres decir, pero es cierto que tienen bastantes mensajes prediseñados.
Yo he enviado postales de estas ya en varias ocasiones y el otro día, tuve la sorpresa de recibir una y debo deciros que, incluso conociendo el producto, me hizo muchísima ilusión (Gracias Bego!), así que imaginad cuánta le hará a alguien que no sabe lo que le llega.
Eso sí, tened un poco de confianza y no hagáis como una de mis amigas, que al no conocer de dónde llegaba el paquete (los envían desde Granada, creo) lo rehusó. (Aún así tengo que decir que si pasa esto, rápidamente contactan con vosotros para solucionarlo).
Y ¿qué me decís como sorpresa en el cumple de los pequeños? Abrir el buzón y encontrar eso a su nombre...
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