Todas las mañanas me levanto bastante antes que los demás.
Me ducho, desayuno con tranquilidad, preparo los desayunos y los almuerzos de
los chicos y cuando todo está listo voy a despertar a Princesa y Pirata.
Me meto con ellos en las camas, les abrazo, les achucho y
les voy despertando a besos, no me gusta que empiecen la mañana con prisas, con
despertadores metiendo ruidos imposibles. Me encanta cómo van saliendo poco a
poco del sueño, cómo se vuelven para abrazarme o cómo escapan de las cosquillas
los días que no quieren despertarse. Me gusta sentir su calor, su olor, ver sus
caritas de niños pequeños que, dormidos, me transmiten tanta paz. Llamadme egoísta,
que lo soy, pero, sus primeros besos, sus primeras sonrisas del día son todas
para mí y me llenan de energía para el resto de la jornada.
No sé para ellos, pero para mí es el momento favorito del
día. Da igual lo que suceda después, ese rato no me lo quita nadie. ¿Cómo
empezáis vosotros el día?
¡Buenos días!
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