A veces, sólo a veces, dan ganas de tirar la toalla.
A veces, sólo a veces, uno se pregunta qué hace en este
mundo.
A veces, sólo a veces, parece que fueras el único ser en la
tierra.
A veces, sólo a veces, la sensación de impotencia es
insoportable.
A veces, sólo a veces, te preguntas de dónde has salido tú,
dónde están los que piensan, sienten, opinan y actúan como tú.
A veces, sólo a veces, la tristeza no te deja ver los
colores.
A veces, sólo a veces, los principios éticos y el sentido
común parecen cosas de otro planeta.
A veces, sólo a veces, es complicado, muy complicado,
mantener tus principios.
A veces, sólo a veces, pareciera que lo ignoras
absolutamente todo, que no has aprendido nada a lo largo de toda tu vida.
A veces, sólo a veces, el mundo se convierte en un pozo oscuro
del que es díficil salir.
Por suerte, muchas, muchas veces, hay manos tendidas, hay
abrazos, hay sonrisas, hay besos, hay amor y hay amistad para iluminar de nuevo
ese mundo. Sólo hay que mantener los ojos abiertos para reconocerlos y saber
aceptarlos.
Que los “a veces” no dominen a las “muchas veces”.
¡Feliz semana!
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